Un señor tenia una docena de gallinas y al recoger los huevos los encontró todos picados. Para resolver el problema llamo a un amigo y le pidió consejo.
- Lo mejor es que vayas a la ferreteria y compres una docena de huevos de plomo.- Le dijo su amigo
- ¿Huevos de plomo? ¿para que?
- Asi las gallinas picotean el huevo de plomo y se lastiman el pico. Entonces no te picotean los huevos buenos.
Siguiendo el consejo de su amigo el dueño de las gallinas se va a la ferreteria y dice:
- Hola, buenos días. ¿hay alguien ahí?
En la ferreteria no se veia nadie, estuvo un rato largo buscando al tendero. De repente aparece un hombre de 80 años por medio de las estanterias, todo encorvado y con una gran joroba.
- ¿Tiene usted huevos de plomo?, pregunta al anciano a lo que este contesta.
- No hijo, no... es el reuma...
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